Nada, salvo la obstinación nos queda colgada en el
pescuezo;
La abundancia y la comprensión son
como galaxias que se
encuentran
muy lejos, o en una noche reflexiva.
Somos
anónimos, páginas en blanco siguiendo el acaso,
o
sombras ajenas.
Nada más que querer vivir um poço más, solamente um poco más
es lo
que sobra.
Hay
un pozo donde enterramos los recuerdos;
Hay
veranos anémicos, almacenes y sombreros.
Nada,
salvo el adiós, ese duro golpe, nos fulmina con repentina
conciencia.
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